La saga de videojuegos “The Legend of Zelda” es
probablemente una de las más conocidas en todo el mundo y, junto con los juegos
de Mario, una de las franquicias más importantes de la compañía japonesaNintendo.
La saga, cuya primera aparición tuvo lugar en 1986, fue creada por Takashi
Tezuka y Shigeru Miyamoto. A lo largo de más de 20 años, las sucesivas entregas
han hecho las delicias de miles de aficionados puesto que, gracias a la exitosa
mezcla de rol, acción, aventura y exploración, los juegos de “The Legend
of Zelda” han conseguido convertirse en referentes de
diversión, jugabilidad y entretenimiento.
The Minish Cap es el decimosegundo videojuego de la
saga. Fue lanzado en 2004 en Japón y a lo largo del año 2005 en Estados Unidos
y Europa. Este juego apareció para la consola portátil Game Boy Advance y fue
desarrollado por la compañía Flagship bajo la supervisión de Nintendo. El
juego obtuvo rápidamente el aprecio de la crítica y el apoyo de los jugadores,
probablemente gracias alas interesantes innovaciones que aportaba. Aunque
visualmente partía de la estética infantil de The Legend of Zelda: The
Windwaker (aparecido para la consola Gamecube en el año 2002) y
jugablemente retomaba las características clásicas de los juegos de la serie en
dos dimensiones, The Minish Cap presentaba una historia original y
permitía a Link realizar algo que nunca había hecho: reducir su tamaño. Además,
también introdujo la raza de los Minish (pequeñas criaturas que conviven con
los humanos a pesar de que ellos no se den cuenta) y el uso de las Piedras del Destino para desbloquear ciertos secretos.
Para promocionar al videojuego se editó en Japón el manga de
The Minish Cap.
El argumento del cómic sigue con cierta fidelidad la
historia del juego y nos encontramos con un Link infantil que vive con su
abuelo el herrero. Cierto día, Link recibe el encargo de llevar a la
ciudad una preciosa espada que será el premio del torneo que se celebrará en
palacio. El joven héroe cumple su cometido y se encuentra en su camino con
la Princesa Zelda, su amiga de la infancia. Aunque Link quiere participar en el
torneo, no se lo permiten por su juventud. De este modo, no tiene más remedio
que observar como Vaati, un misterioso mago, vence a todos sus enemigos hasta
alzarse con la victoria del torneo. Pero, justo cuando la Princesa Zelda va
a otorgarle su premio, Vaati desvela sus malignas intenciones. El brujo destruye
la espada sagrada de los Minish y abre el cofre sellado, liberando
múltiples
demonios
y criaturas malignas por todo el mundo. Por si esto fuera poco, también
convierte a la Princesa Zelda en una estatua de piedra.
El rey y sus consejeros deciden buscar a los Minish para
pedirles que vuelvan a forjar la espada sagrada. Como tan sólo los niños pueden
ver a estas pequeñas criaturas, Link recibe la misión de encontrar a los Minish
y arreglar la espada. Mientras busca a los Minish, Link se encuentra por
casualidad con una extraña ave que resulta ser un gorro mágico con la capacidad
de hablar. Link salva a esta criatura llamada Ezero y éste pronto se une a su
viaje. Pese a su peculiar carácter, la magia de Ezero resulta fundamental pues
permite que Link reduzca su tamaño y pueda visitar las aldeas de los pequeños
Minish. El cómic consta de seis capítulos a través de los cuales vamos
conociendo los progresos de la aventura de Link y sus sucesivos encuentros con
los Minish del bosque, de la ciudad y de la montaña. Como es habitual, en
cada uno de estos lugares aguardan aventuras, pruebas y combates contra
terribles monstruos, todos ellos extraídos del videojuego original. Se trata de
una historia sencilla y sin complicaciones en la que apenas se desarrollan los
personajes puesto que no hace falta. Al igual que ocurre con los juegos, este
manga tiene la única pretensión de divertir y entretener a todos los que se
acerquen a él. Esta superficialidad quizás eche hacia atrás a lectores más
maduros pero estoy seguro de que los más jóvenes disfrutarán con las aventuras
de Link y Ezero.
El encargado de trasladar a viñetas el videojuego de The
Legend of Zelda: The
Minish Cap ha sido “Akira Himekawa”, seudónimo tras el cual
se ocultan dos creadores de manga. Este autor parece ser el mangaka oficial de
la saga y ha firmado las adaptaciones al cómic de otros muchos juegos de
Legend of Zelda. Uno de los puntos fuertes de Himekawa como creador de cómics
es su capacidad de adecuar su estilo de dibujo a la estética del videojuego. Es
evidente que este autor estudia las
ilustraciones
oficiales y la estética de cada juego para luego aplicar el estilo establecido
en sus cómics. Así, mientras que los cómics de juegos de estética realista como
Ocarina of Time o Majora’s Mask presentan un estilo más trabajado, en The
Minish Cap encontramos un aspecto gráfico de lo más infantiloide. El diseño de
personajes es muy simple y destacan las formas redondeadas de los personajes,
todos ellos bastante caricaturescos. Este estilo de dibujo encaja perfectamente
con la historia ligera que se nos plantea y contribuye a otorgar al relato un
tono de fábula o cuentecillo ilustrado que agradará a muchos lectores. Cabe
destacar, además, la gran expresividad del rostro de Link.
The Legend of Zelda: The Minish Cap es un comic con un
dibujo atractivo que proporciona un entretenimiento rápido gracias a su ritmo
acelerado y su historia sin pretensiones. Aunque se trata de un manga
bastante superficial que no dejará una huella en el lector, es una obra
completamente recomendable (casi imprescindible) para todos los fans de la saga
de videojuegos en la que se basa. Además, su dibujo redondeado y su facilidad
de lectura lo convierten en una opción ideal para niños pequeños que inician sus
encuentros con el cómic.
Escrito por Araseth
Fuente: http://www.mangaes.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario